“JUGAR POR AMOR AL JUEGO”

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Inicialmente, el fútbol nació a mediados del siglo XIX como una forma de entretenimiento, aunque con el paso del tiempo, ha alcanzado una importancia de un calibre mucho mayor del que debería tener. Los derechos de televisión, los patrocinios, la falta de compromiso por parte de los jugadores, los negocios oscuros de algunos directivos y, en último término, el dinero, se han ido apoderando poco a poco de este deporte.

A veces no está de más recordar que el fútbol tan solo es un juego. Bien es cierto que es un juego que moviliza a la gente, que levanta pasiones, que va más allá de la vida en algunos; pero al fin y al cabo, un juego cuya esencia primitiva ha quedado relegada a asuntos extradeportivos que conciernen más a temas financieros. El fútbol debería ser pasión, orgullo por hacer botar de los asientos a la hinchada, honor al defender la camiseta y los colores de tu equipo, satisfacción por disfrutar jugando, en definitiva, amor por este deporte.

Afortunadamente, aún queda un resquicio de esperanza para seguir confiando en lo que de verdad enaltece este deporte. Ese ápice de anhelo lo encontramos en el barrio de Mount Florida, al sureste de la ciudad de Glasgow. Allí reside un equipo amateur de la Cuarta División del fútbol escocés, el Queen’s Park, que ha vivido siempre a la sombra de los dos gigantes de su ciudad: Celtic y Rangers. No obstante, hay que señalar que este equipo, conocido como ‘The Spiders’, fue el primer equipo fundado en Escocia y uno de los equipos pioneros del planeta, después de Sheffield FC y Hallam. Nació en 1867 y en su escudo figura un lema en latín con el que hoy titulamos esta entrada: “Ludere causa ludendi” (Jugar por amor al juego).

Este equipo fue el promotor del fútbol en Escocia, el propietario del feudo de Hampden Park, el estadio por antonomasia donde la selección escocesa disputa sus partidos internacionales. En 1873, junto con otros clubes amateur de la región, se fundaría la Scottish Football Association, un organismo que en consonancia con la FA inglesa reunificaron los fundamentos del fútbol; fijar travesaños en las porterías o incorporar descansos en los partidos. En un principio, cuando se introdujeron los encuentros internacionales entre selecciones, la mitad de la plantilla de la Tartan Army militaba en el Queen’s Park.

A lo largo del siglo XX, con la emergencia de todas las potencias futbolísticas en Gran Bretaña, la aparición de Celtic y Rangers y la llegada del profesionalismo a este deporte, este modesto club pasó a ocupar un segundo plano en el marco futbolístico del país del cardo. El equipo de Glasgow fue reacio a unirse a la Scottish Football League, por sus principios de amateur, pero acabaron sucumbiendo ante la tentativa de jugar partidos todos los fines de semana.

Igualmente, siguieron apostando por jugar con sus jóvenes, por la formación y por el aprendizaje de este deporte. Al final de las temporadas, muchos de ellos acababan marchándose a clubes más grandes. Es el caso de John McGregor, que acabaría jugando para el Liverpool, o el guardameta Bobby Brown, que recaló en el Rangers tras un lustro de muy buen rendimiento en Hampden.

No sería hasta 1975 cuando los Spiders contrataron a un entrenador por primera vez en su larga historia, Dave McParland. Con McParland, John McCormack y, posteriormente, Billy Stark, el Queen’s Park estuvo muchos años jugando en las ligas menores de Escocia. La reforma del fútbol escocés, llevada a cabo a finales del siglo XX acabó por enterrar al humilde combinado blanquinegro de Glasgow, tiempos en los que el dinero era imprescindible si querías aspirar alto, lamentablemente.

Los Spiders llevan jugando en la Cuarta División escocesa desde 2008, año en que descendieron de Tercera. Hace dos años estuvieron a punto de bajar a la Lowland League, categoría donde los equipos ya no son profesionales. Pero lograron vencer in extremis al Spartans en el partido decisivo del play-off. La pasada temporada sorprendieron a propios y extraños: con la llegada de Gus MacPherson a Hampden Park cambiaron muchas cosas, lograron quedar en segunda posición y estuvieron rozando el ascenso.

El año pasado se quedaron con la miel en los labios, pero esta temporada han vuelto a hacer otro temporadón, clasificándose en cuarta posición, también contra todo pronóstico, y consiguiendo el ascenso a la Scottish League One (Tercera División) tras ganar al Cowdenbeath y Ayr United en las eliminatorias del play-off.

El club de Glasgow ha vuelto a realizar otra gran campaña en League Two. Gran parte del mérito la ha tenido el técnico, Gus MacPherson, que ha sabido sacar lo mejor de sus hombres. Los Spiders han hecho gala de su fútbol de asociación, han realizado un trabajo encomiable y la suerte se ha aliado con ellos en los partidos del play-off. Por destacar alguna figura de la plantilla, Wullie Muir ha estado soberbio bajo palos, el eje defensivo McGeever-Quinn se ha entendido a la perfección y arriba, Paul Woods y John Carter han hecho lo propio de cara a puerta. 

Lamentablemente, es bastante triste que el club con más páginas en el libro de la historia del fútbol escocés apenas alcance el millar de seguidores, es triste ver Hampden Park vacío cuando antaño el cuadro blanquinegro contaba con el respaldo de decenas de miles de seguidores; es triste que el equipo con el que comenzó todo juegue en las catacumbas. Es triste. No obstante, este ascenso a Tercera División es un empuje alentador de cara al futuro. 

Este ascenso supone un golpe moral enorme para este equipo, un premio por la gran gestión del club a lo largo de estos últimos años que por fin ha dado sus frutos y una excusa perfecta para recordar los orígenes de la esencia del fútbol escocés y de la selección, lo que de verdad es y sigue siendo el compromiso de un club amateur con sus principios y valores que han sido las bases de este deporte en Escocia.

Espero que por un momento hayan sentido la centésima parte de simpatía con la que he redactado esto. Ojalá veamos algún día al Queen’s Park peleando entre los grandes…

✍️ Mario Lallana

🗓️ (25/05/2016)

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Redacción Escocia

Entre gaitas y kilts a cuadros, nos abrimos paso para contar la actualidad e historia del fútbol escocés.

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Un comentario sobre «“JUGAR POR AMOR AL JUEGO”»

  1. Jorge Fernandez

    Definitivamente sentí simpatia…Desconocia su historia , pero a partir de este texto, me hare un fan mas de este equipo… Por amor al juego…

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